viernes, 13 de noviembre de 2009

GEOLOGO ASEGURA PIEDRA DEL MARCIANITO ES UNA VERDADERA PIEZA ANTIGUA DE LA CULTURA ANDINA

Puerta del sol de tiwanaku

Extraño grabado en la piedra confirma se trata de una pieza autentica perteneciente a la cultura antigua de la zona.

La extraña piedra bautizada como la piedra del marcianito, muestra un extraño ser con alas.

Geólogo chileno en la ciudad de serena asegura la piedra del marcianito regalada en San Pedro de Atacama por chaman de la zona, es autentica y se trata de una verdadera pieza antigua perteneciente a la cultura Tiwanaku.

La extraña piedra con el grabado en una de sus caras fue estudiada por varias horas con algunos lentes especiales para determinar su autenticidad, horas mas tarde el especialista conocedor de algunos de los registros mas recientes encontrados en la zona, responde la pregunta mas importante del día .
¿Es realmente una pieza autentica perteneciente a la cultura antigua de los primeros habitantes de la zona?

El especialista

Estoy sorprendido e analizado cada sector de la piedra en detalles utilizando algunos elementos electrónicos como microscopios para conocer en detalle la superficie de la piedra y su extraño grabado.
Hoy Confirmo que si se trata de una pieza real autentica perteneciente a la cultura Tiwanaku antiguos habitantes de la zona altiplánica donde como es conocida, en Bolivia se encuentran algunos interesantes registros.
Mis felicitaciones para su dueño, creo una pieza así debería estar en un museo o en una colección privada dentro de una caja de acrílico para que otras personas puedan conocer de estos interesantes objetos rescatados en el tiempo pertenecientes a la cultura antigua.

Es muy posible que algo así permaneciera mucho tiempo en poder de más de alguna familia de la zona, hasta finalmente llegar a manos de quien obsequio hoy esto.

INFORMADO HOY
POR
MISTERIO UNIVERSAL

ORIGEN

No es posible esclarecer con nitidez qué grupo o grupos humanos dedicaron sabiduría y tiempo a la creación planificada de la ciudad-santuario, de la que hablaré detalladamente en el apartado correspondiente, por lo que todo cuanto pueda decirse no son más que teorías que han surgido para intentar resolver el misterio que envuelve a esta civilización. Unas tienen más credibilidad que otras y, paradójicamente, todas – o casi todas – están basadas en investigaciones arqueológicas e históricas.
En las páginas siguientes, pasaré a explicar las teorías más destacadas y extravagantes que circulan en torno al origen de Tiwanaku. Teorías que van desde la posibilidad de que los creadores fueran extraterrestres hasta hipótesis sobre procendencias chavín o colla.

Arthur Posnansky – primer investigador sistemático de Tiwanaku – basándose en cálculos matemático-astronómicos atribuyó a Tiwanaku unos 13.000 años de existencia.
Para establecer que cultura fue la que dio origen a Tiwanaku, sería necesario estudiar varios grupos humanos como urus, chipayas, pacajes, lupakas, carangas, wankaranis, etc., de cuyas semillas nacieron los collas. La lógica condujo a Posnansky a pensar que fueron los collas los responsables de la creación de esta civilización.
Arthur Posnansky logró medir y comparar cráneos extraídos de las tumbas de la urbe, con varios otros hallados en la región lacustre y de diferentes sitios del altiplano; como resultado de ese estudio se entreve a los collas como iniciadores de la cultura.
Varias razones se dan para negar una tan larga vigencia de la ciudad Santuario, sobresaliendo entre ellas las pruebas científicas que hasta el momento se poseen: datación por el método de la “hidratación de la obsidiana” y la muy aceptable técnica de datación por el C14. Ambas pruebas científicas dan por resultado establecer “momentáneamente” una edad aproximada de 2 milenios a.n.e. para el nacimiento de Tiwanaku.


Las pruebas de datación logradas a través del estudio de la hidratación de la obsidiana, demuestran una edad de 2130 años a.n.e., como la fecha más remota de un objeto- procedente de Tiwanaku- trabajado en este vidrio volcánico. La fecha más antigua de una muestra, procedente de la excavación del templo de Kalasasaya, procesada por medio del radioisótopo C14,indica 1580 a.n.e., con un margen de error de ±120 años, para la iniciación de la cultura Tiwanaku. (16)
En la actualidad Tiwanaku se halla a unos 22 km de la costa del Titicaca. Sin embargo, Posnansky no duda en afirmar que no puede descartarse el hecho de que la ciudad hubo de construirse en un sitio lo suficientemente cercano al lago como para gozar de sus beneficios, pero también lo suficientemente alto como para estar protegida de sus crecientes. Tampoco es descartable la hipótesis de que la urbe se uniese a Titicaca por un canal de navegación.
La hipótesis de las “piedras cansadas” – gigantescos pedruscos que se desparraman desde las orillas del actual lago hasta Tiwanaku – es también discutida. Quienes defienden la idea de que Tiwanaku fue un puerto, sostienen que esas peñas están allí a consecuencia de naufragios; quienes la combaten dicen que las piedras no pudieron ser llevadas más adelante sólo por razones de tracción o dificultades del terreno. Posnansky da argumentos a favor de un Tiwanaku puerto.


Advierte de que a las opiniones de antiguos cronistas e historiadores que se refieren, casi unánimemente, a la tradición costera de Tiwanaku es necesario añadir sus razones “concluyentes e indiscutibles”.
En las últimas investigaciones y planificaciones, se han encontrado alrededor de las ruinas, una gran cantidad de estos muelles y otras construcciones que servían de defensivos para contener el empuje de las aguas, e igualmente, obras hidráulicas destinadas a conducirlas hasta la ciudad. Uno de estos canales artificiales, de grandes proporciones y anchura, circundaba la parte principal de Tiwanaku, o sea sus templos, palacios, fortalezas, etc., “y debe haber tenido igual objeto que el que tenían los fosos de agua de los castillos feudales de Europa de la Edad Media.” (17)

Titicaca es un lago altamente dinámico y registra grandes bajantes o enormes crecientes, que dejan en seco o anegan, respectivamente, considerables extensiones de tierras bajas, sobre todo en sus orillas noroeste, suroeste y sureste. Los más recientes estudios demuestran según Posnansky, que Titicaca, en varias épocas geológicas e históricas, tuvo diferentes niveles. Y afirma que once mil años antes del presente el Titicaca abarcaba una extensión considerablemente mayor que la actual y debió estar muy cerca del sitio que ocupa la urbe prehispánica.
Sobre el hombre agricultor tiwanacota pesan fundamentalmente las variaciones climáticas; tanto un período de altas precipitaciones pluviales como otro de muy bajas le ocasionarán enormes desniveles económicos. Sufren periódicamente las agresiones de la naturaleza. Pero –a su entender – las calamidades no son producidas por fenómenos naturales sino son enviadas por espíritus vengativos a los que hay que honrar; así comienzan a crearse dioses que al transcurrir el tiempo van multiplicándose.
Posnansky nos propone que imaginemos un lapso en el que se dan, ceñidamente, años climáticamente inestables; las comunidades sienten el azote de la naturaleza manejada por espíritus irascibles. Entonces surge la idea de fundar templos y una Ciudad-Santuario, para loor de los dioses. Esa ciudad debe ser planificada cuidadosamente:
Los ingeniosos arquitectos diseñan estructuras colosales constituidas con rocas de volúmenes tan enormes, cuyo traslado –desde lejanas canteras- muestre a los dioses cómo los hombres dan su esfuerzo y sudor sin proferir quejidos, sólo por contentarlos.
Los astrónomos-amautas establecen la orientación de los templos dedicados al Padre Sol, sustentador de la vida. Una multitud de picapedreros regala su ocio constructivo y millones de horas-hombrepara conseguir el corte perfecto de las tenaces rocas.
Los artistas cincelan la piedra y transmiten mensajes para los hombres del futuro, en bajorrelieves que van más allá de las generaciones.
Los orfebres funden planchas de oro y plata, para recubrir las piedras esculpidas y entonces la ciudad refulge devolviendo los rayos del Sol o de la Luna. Ésta es, según Posnansky, la explicación al surgimiento de esta gran civilización. Así nace Tiwanaku.
(16) Datos del Instituto Nacional de Arqueología de Bolivia
(17) Boero Rojo, H y Boero Rojo, S: El imperio del Sol, Hispania SRL, 1990



Sobre Tiwanaku se asienta una espesa niebla de misterio que da lugar a que respecto a su origen se tejan las más atrevidas especulaciones. Los escritores de ciencia-ficción, al contemplar una ciudad construida con litos colosales y al no poder explicarse cómo los hombres movieron esas rocas, no vacilaron en afirmar que los edificadores de Tiwanaku fueron seres extraterrestres o dioses descendidos desde celestes parajes.
Ésta es una de las teorías que apuestan por un origen contracultural de esta civilización. Debido a su naturaleza poco ortodoxa, no hay uniformidad en cuanto a un inicio sobrenatural que explique los enigmas que Tiwanaku nos ha dejado.
Ésta relaciona el origen de Tiwanaku con la existencia de un antiguo continente, el continente de Mu que, al igual que la Atlántida, desapareció tras una serie de cataclismos físicos que, a juicio de algunos investigadores, cambiaron el aspecto de la superficie planetaria y que, posiblemente, ocasionaron el hundimiento de la Atlántida y de Mu.
Los primeros pobladores de Tiwanaku serían (cuando la cordillera andina todavía no existía), los habitantes del país de Mu, cuyos exploradores, los naacales o “Hermanos santos”, extendieron la religión del Sol por todo el mundo.
La Tierra de Mu, que también ejerció su influencia colonial en México, con las mayas, se hundió en un cataclismo apocalíptico. Los escasos supervivientes vivieron refugiados en grutas, cuevas o valles hasta que alguien, posiblemente un extranjero superdotado, cuyo nombre podría estar relacionado con Viracocha, reunió a las tribus dispersas y las hizo salir de las grutas donde habían permanecido ocultos por temor a los volcanes, las lluvias torrenciales y los seísmos.
Tanto en Yucatán (México) como en Tiwanaku existieron culturas que al igual que otras culturas de Oriente Medio construían pirámides, tenían conocimientos astronómicos y geométricos amplísimos,… por lo que suponen que todas ellas debieron tener un origen común, o lazos de contacto. Los adoradores del Sol habitaron Egipto, Tiwanaku, Teotihuacan… teniendo en cuenta que el cielo era el foco común de las miradas de todos los sacerdotes astrólogos de aquel remoto pasado, habría que aceptar la existencia de una religión universal y la posibilidad de que los adorados fueran seres extraterrestres descendidos del espacio.
Esta teoría (de P.Guirao(18)) afirma que alguien llegó a este mundoprocedente del espacio exterior. ¿Por qué no creer que en Tiwanaku, en remotos tiempos, ocurrió algo espectacular, como el descenso de una nave espacial, de la que salieron hombres(19)que ayudaron a los aborígenes a salir de la oscuridad en que se encontraban? ¿Y por qué no creer que, tal vez, millones de años antes, el Hombre se instaló en la Tierra y los que llegaron a Tiwanaku vinieron en socorro de sus lejanos parientes, a fin de sacarlos del salvajismo en que habían caído tras alguna de las muchas catástrofes que asolaron el planeta?
Dejando de lado cualquier opinión personal, esta es la teoría y que cada cual, en base a sus creencias y convicciones juzgue la verosimilitud de esta historia así como de todas las demás que existan con una base “no científica”
(18) Autor de ciencia-ficción.
(19)El autor considera que los hombres llegaron de algún mundo posiblemente ya inexistente que en su expansión cósmica llegó a la Tierra e influyó en nuestro desarrollo o bien, que somos hijos de diversas razas galácticas.



Hay muchas otras teorías en torno al origen de esta gran cultura.
A continuación, algunas de ellas:

Otros estudios sitúan al imperio Chavín como el originario. Así lo hace el cuadro de la página 6. Son bastantes las fuentes que apuestan por un origen Chavín de Tiwanaku.
Una ciudad, cuyo nacimiento se esfuma entre las brumas del tiempo, ha dado mucho para especular no sólo en cuanto a quiénes la construyeron, sino también hasta imaginarla como uno de los vestigios de la desaparecida Atlántida. Incluso no han vacilado en afirmar que Tiwanaku fue construida hace unos 200.000 años.
La antigüedad de Tiwanaku ha constituido el mayor enigma para la arqueología, que según la mitología se remonta a más de 15 mil años…
Paradójicamente, en 1910, Posnansky halló entre las ruinas el cráneo y la mandíbula de un animal prehistórico que fue clasificado como toxodonte [IMAGEN 19] que vivió en el agua y se extinguió hace 15 mil años. Lo incomprensible, es que el cráneo fue hallado al mismo nivel de estrato de suelo donde también fueron desenterrados cráneos humanos de los habitantes de Tiwanaku.
La existencia de osamentas humanas junto con las del animal prehistórico en un mismo estrato geológico, podría ser una prueba de que la evolución del hombre se inició en Bolivia, teoría que sostienen muchos panandinos, miles de años antes que la registrada por la antropología..



En base a los distintos orígenes que se le ha querido atribuir a Tiwanaku, cada investigador o corriente arqueológica ha intentado argumentar sus teorías mediante la filología:
Anello Oliva: Asegura que el nombre verdadero de Tiwanaku es Chucara, hipótesis que ha sido contrastada por otros autores.
Fray Baltasar de Salas: Dice que Tiwanaku viene de dos voces “ti=estaño y wanacu = guanaco, camélido altiplánico”. Y afirma que el nombre de la urbe se debe al Wanacu de estaño que allí se adoraba.
Fray Bernabé Cobo: Afirma que el nombre de Tiahuanacu, llega desde el inca Mayta Cápac, quien estando de paso por Tiwanaku, recibió a un “chasqui” (correo) que llegaba desde el Ecuador. El inca-según Cobo- invitó al “chasqui” a descansar diciéndole: “Tiay Guanacu” (siéntate guanaco.) Del “Tiay Guanacu” dicho por el inca, habría derivado Tiahuanacu. Además, señala que los aimaras conocían a Tiwanaku como Taipikala, o el sitio de la “piedra central” u “ombligo del mundo”.
Rigoberto Paredes Candía: cree que Tiwanaku, deviene de Tihuana,que en aymará significa “piedra parada”.
Jacques de Mahieu: Este autor considera que el origen del esplendor cultural de Tiwanaku se debe a que los vikingos, en sus constantes exploraciones llegaron a tierras andinas y conquistaron a los pueblos indígenas que se encontraban en la zona tiwanacota, teoría que explicaré en el apartado siguiente. Lo argumenta filológicamente:
El topónimo Tiwanaku, o Tiahuanacu vendría de Ti, en una forma derivada de tia “conducir”, y de vangr “residencia, en norrés. Tiahuanacu significa, por tanto, “Residencia del Dios” y, “más exactamente aún, del Dios conductor del sol”.

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